domingo, 15 de abril de 2012

Cap 5: Bar ''4gats''


El bar se llama ''4gats'' me gusta el nombre. Es un bar bastante grande y no hay gente borracha ni de ese tipo, aunque yo fumo y bebo a veces, no me gusta ese tipo de gente. Nos sentamos en la mesa más apartada de todas, las mesas son blancas con dibujitos de cafés y chocolates. Estoy por comerme la mesa del buen aspecto que hace. Hemos estado callados todo el trayecto, incluso ahora que nos hemos sentado no decimos nada. El camarero viene y se nos queda mirando.
-Gracias, pero aun estamos mirando -dice Jack-.
El camarero se va y me quedo mirando a Jack, que sigue mirando la carta.
-Deberías probar el batido de chocolate con nata esta buenísimo -me dice como si fuéramos amigos de toda la vida-.
-Si, pensaba coger eso -le digo para que no se sienta mal-. Bueno ¿De que querías que habláramos?
Deja la carta y me mira como diciendo ''¿Tu eres tonta o que te pasa?''. Pero yo no entiendo nada, igual si que soy tonta, aunque yo creo que él no se explica bien. Como ve que yo no se lo que hacemos aquí me lo explica:
-Hemos venido aquí porque quiero que me expliques tus problemas así que ya puedes empezar.
¿Como que le explique mis problemas? ¿Este se cree que se lo voy contando al primer tío que pasa por la calle o que? En realidad si que necesito explicárselo a alguien pero él seria la ultima persona a la que se lo explicaría.
-¿Por qué crees que te voy a explicar mis problemas?
-Porque se nota que lo necesitas. Ya sé que soy la persona menos indicada para contárselo porque no empezamos con buen pie pero te escuchare y si hace falta te daré mi opinión. Por cierto me llamo Jack.
-Lo sé. Yo me llamo…
-Alex. Lo sé –me interrumpe-.
Me pregunto como habrá sabido mi nombre. Empiezo a darle vueltas y más vueltas. Y antes de que llegue a una conclusión él me dice:
-Me lo ha dicho Ian, me dijo que hablasteis de mi y que te pidió salir.
-Si, bueno, me dijo que me quería y que saliera con él…
-¿Y que le dijiste? – me interrumpe-.
No sé si lo ha hecho por curiosidad o por que yo le gusto pero me da igual yo no quiero ningún chico en mi vida. Al menos no de esa forma.
-Que no –le digo secamente-.
-¿Y que te dijo luego?
-Se quedo un poco mal – continuo- pero cuando se recompuso me dijo que me había visto hablando contigo y marcharme corriendo. También me dijo que si me habías hecho daño y…
Se pone a reír, ¡¡A reír!! Y pienso que igual he dicho algo gracioso pero antes de que le de vueltas a lo que he dicho me suelta:
-Pues luego no sé como, vino a mi casa y me amenazo diciéndome que si volvía a acercarme a ti o si tan solo te miraba me partiría la cara en dos -se puso a reír otra vez-. Por eso estoy aquí contigo a ver si es capaz de hacerlo.
Me levanto y me marcho con el batido de chocolate con nata que el camarero había traído unos minutos antes. Y pienso ''Que capullo solo ha bajado conmigo para ver si el otro tiene valor de partirle la cara, como le odio''. Aunque en realidad sé que hay una conexión entre el chico del patio y yo porque cada vez que veo sus ojos… ¡¡¡Sus ojos!!! El otro día eran grises, hoy cuando le he dicho que si a lo del bar los tenía azules, pero no azules azules sino azules verdosos. O tal vez era solo mi imaginación, tal vez era el reflejo de la luz, tal vez…

1 comentario:

  1. Esta muy interesante... y los capítulos se leen volando.. Queremos más!!!!

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Decir lo que sentimos, sentir lo que decimos, concordar las palabras con la mente.