Cap 2: El chico del patio

-Alex, ¿Puedes venir un momento? – Aparece el profesor de castellano, me da miedo siempre que dice eso es que ha pasado algo y quiere que lo solucione.-

-Claro, ¿Ha pasado algo?

-Bueno, no, es decir si, bueno…

-Dispare estoy preparada para todo tipo de problemas.

-Ha venido un chico nuevo, lo han expulsado de veinte institutos diferentes, y lo extraño es que no ha repetido curso ni una sola vez, es decir, que el chaval es listo solo que es un poco diablillo y como sé que tu eres una buena persona pensé, que tal vez tu y él podrías hablar y haceros amigos.-Entonces levanta la mano y señala a un chico que esta solo sentado en un banco- Mira es él. ¿Me harías este favor?

-Yo, es que tengo que hacer cosas y estudiar. ¡Sí! Eso estudiar.- Le digo, intentando esquivar su propuesta.-

-Alex sé que tienes más retardos de la cuenta y podría hacer que te pusieran un parte y te expulsaran durante al menos dos días. Así que si no vas a hablar con él, yo hablo con la junta directiva. ¿Queda claro?

-Cristalino.

-Así me gusta que hagas nuevas amistades.-dice él sonriendo y mirándome con ojos de ‘’Sabia que lo harías’’.-

Así que cuando acabo de hablar con el voy hacia mis amigas y les cuento que ha pasado. Me escuchan atentas y cuando acabo dicen las dos al unísono:

-Te ha tocado la peor cosa que podrías hacer!!!

-Mira que te podrían haber puesto ha barrer y habría sido mejor que esto.-Dice Ángela riéndose.-

-Pues yo creo que hay que darle una oportunidad al chico.-Replica Emily.-

-Bueno el caso es que os dejo a las dos aquí solas y me voy a saludar ‘’al chico que merece una oportunidad’’.-Digo con la misma voz que Emily.-

Y me encamino hacia el entonces me fijo en que no es feo, es más esta bastante bien. Tiene el pelo negro como la noche con luna nueva. Es bastante alto y delgado. Y vaya brazos tiene. Pero no le veo los ojos esta mirando algo, creo que es su móvil. Entonces llego y me siento a su lado. Él ya me había visto antes de que yo me sentara pero cuando me siento levanta la vista y me mira, se me queda mirando como si no hubiera nadie más en el mundo que yo. Y entonces le veo el color de los ojos son grises, grises como las nubes que están apunto de llover. Yo me quedo en blanco no sé que decirle todo lo que había pensado decirle antes se va, se esfuma. Podría decirle cualquier cosa ‘’Hola’’ o ‘’ ¿Cómo estas?’’ pero en vez de eso me quedo completamente en blanco.

-Hola ¿Querías algo? Porque si no ya te puedes estar yendo con tus amiguitas otra vez que no estoy de humor para niñatas estúpidas-dice él al ver que yo no digo nada-.

Y entonces es cuando reacciono. Me ha llamado niñata y estúpida pero como se atreve!! Lo miro con cara de asco pero en realidad no puedo porque hay algo en sus ojos que me recuerda a mí y a mis problemas.

-Primero, no soy una niñata estúpida, segundo, solo he venido aquí porque un profesor me ha obligado.- y ya no sé que decir de tercero así que me callo.-

-Y tercero…-me dice él-.

-No sé no hay tercero, pero quiero que sepas que no he venido voluntariamente -y en aquel momento pienso que no se su nombre-. Por cierto ¿Cómo te llamas?

-Mira seré claro no quiero que seas mi amiga así que quiero que te vayas y me dejes tranquilo que ya tengo suficientes problemas como para tener a una niñata a mi lado.

-Ya te he dicho que no soy una niñata y no eres el único que tiene problemas de mierda. ¿Vale? Porque seguro que mis problemas son más grandes que los tuyos ¿Vale?-.

Y entonces sin poder evitarlo pienso en mi pesadilla y en él, en lo mucho que lo hecho de menos y sin querer se me cae una lagrima, una maldita lagrima. En eso momento me arrepiento de haberle dicho todo eso y me voy, salgo corriendo sin saber a donde ir. La he cagado, he metido la pata hasta el fondo, pero muy al fondo.