Game Over: Cap. 2: Un día largo

 

En Brasilia, Brasil

A continuación de hablar con su hermana, Nil se volvió a levantar de la silla y se estiro la camisa para que le quedara recta. La secretaria, Katy, apareció poco después diciéndole que había encontrado a una chica que sabía hablar indio y español y que me esperaría allí, en el aeropuerto de la India. Inmediatamente, Nil bajo dirigiéndose hacia Mike y subió al coche con los brazos cruzados. No tardaron mucho en llegar al aeropuerto y desde allí subieron al avión, Nil y los guardias de seguridad que le escoltaban. Nil, a pesar de no gustarle volar, se durmió tan solo emprender el vuelo.

-Señor, hemos llegado –dijo una voz ronca. Nil sacudió la cabeza, desperezándose y levanto la mirada hacia uno de los chicos de seguridad, que lo miraba serio-. La chica le está esperando abajo.

-Claro, claro. Ya voy –dijo levantándose poco a poco del asiento. Abajo había una chica india, que se llamaba Bhuvi, era alta, aunque también delgada, de tez oscura y poseía la marca que tenían los hindús, un círculo rojizo entre ceja y ceja. Llevaba un velo negro con dibujos blancos que solo dejaba ver sus ojos acaramelados, casi nunca se lo quitaba así que nadie sabía de que color tenía el pelo. Esta dialogaba con uno de los guardaespaldas de Nil. Él se acercó, aún medio dormido, y se puso cerca de ella.

-¿Tu eres la chica que me guiará? –preguntó Nil.

-Sí, me llamo Bhuvi.

-Encantado –le tendió la mano y ella rápidamente se la cogió, apretándole más fuerte de lo necesario, Nil retiro la mano al instante y sonrió a la chica-. Vámonos.

Mike también había viajado con Nil y estaba esperándolos en el coche. Los dos entraron en la parte de atrás y, de forma poco habitual, Nil le aguanto la puerta a la señorita que le sonrió y paso sin decir una palabra. Pronto llegaron hacia el hotel de Nil, la razón de estar en un hotel fue que Nil no pensaba quedarse mucho por allí. Cuando llegaron dio su nombre, le pidieron que ingresara el importe de su estancia de esa noche para que no se fuera sin pagar, aunque en realidad esa no era la razón por la que debía pagar antes. Nil estaba de buen humor e hizo caso al muchacho que le pidió la tarjeta de crédito. Extendió la mano con la tarjeta y el chico la cogió, avisando enseguida a otros dos muchachos que llevaronde unos quince años. El hotel era viejo y desmejorado pero servía para pasar una noche. Aunque siendo como Nil era entonces no le gustó nada y se pasó toda la noche refunfuñado. Bhuvi le dijo que debía descansar y que mañana hablarían tranquilamente. Nil entro en la habitación mientras Bhuvi salía del hotel con una sonrisa de suficiencia.

***

En un lugar cerca del hotel

Una muchacha con un sol en la frente y un velo verde colocado suavemente en la cabeza hablaba con Zac que la miraba con sus ojos azabaches y una media sonrisa. Hablaban en hindi, un idioma que poca gente entendía a no ser que fueran nativos. La chica estaba sentada con las piernas cruzadas en una cama mullida, recubierta por una sábana blanca, mientras que Zac estaba de pie, observándola.

-Ya ha llegado –dijo Zac sentándose al lado de ella.

-Lo sé. Mañana iremos a verle. Me acompañaras ¿verdad? –dijo en tono de súplica.

-Claro que si –dijo él mientras le besaba la frente-. Ahora hemos de descansar, mañana será un día largo –le dijo mientras se levantaba, como una acto reflejo la chica cogió su brazo impidiendo que se fuera.

-Quédate conmigo, sin ti no puedo dormir –dijo volviendo a suplicarle, Zac sonrió y se tumbó junto a ella. Ella le dio la espalda mirando hacia la pared y él le levanto con cuidado la cabeza quitándole el velo que recubría su dulce pelo atezado, dejándolo suelto. Zac dejo el velo en la silla que estaba al lado y le toco el pelo con cuidado, como si de un gato escurridizo se tratara.

***

Esa mañana, en el hotel

Nil se levantó con cuidado haciendo crujir sus dedos con la otra mano. Se vistió y peinó, lavándose los dientes por el camino. Luego, salió de la habitación y pico a la puerta de al lado. Katy, la secretaria, abrió la puerta. Iba despeinada y aun en pijama, Nil le reprimió que no estuviera lista y le dijo que la esperaba abajo. La secretaria al cerrar la puerta le maldijo por lo bajo y se cambió tan rápido como pudo. Abajo no solo la esperaba Nil, pues también estaba Bhuvi. Hablaban muy animados, Katy nunca le había visto así y eso no le parecía bien, ella no se fiaba de Bhuvi.

-Bien, ahora que estamos todos hemos de ir a ver a la chica que se iba a encargar de todo ¿cierto? –Dijo Nil dirigiéndose a Bhuvi, esta asintió sonriendo y ambos salieron por la puerta dejando atrás a Katy-. ¡Secretaria, vamos!

Los tres fueron andando por las calles de Nueva Delhi, la capital de la India. Nadie se dio cuenta pero cuando pasaron por delante de una escuela según les explico Bhuvi, una chica empezó a seguirles.

Pronto llegaron donde les habían indicado y entraron en el edificio, sentándose en la sala de espera. Poco después entraron un chico y una chica agarrados de la mano, pasaron por delante de ellos y se fueron hacia las oficinas. Una chica les atendió y, según Bhuvi porque Nil y Katy no entendieron nada, dijo que el jefe no estaba allí en ese instante y que deberían volver la semana que viene. Nil decidió que si iban a quedarse una semana más tendría que coger un hotel con más lujo así que pidió a Bhuvi que le dijera el mejor hotel que conocía. Ella le dijo que The Imperial era el mejor y que tenía unas vistas preciosas.

The Imperial

Se dirigieron hacia allí y alquilaron una habitación. Mando a Katy que recogiera todas sus cosas del antiguo hotel que las trajera aquí. Bhuvi se fue con la excusa de que tenía que hacer algo. Así que Nil decidió dar una vuelta por el hotel. Cuando iba por uno de los lujosos pasillos una muchacha joven se le acerco sonriéndole. Nil le devolvió la sonrisa complaciente, la chica se acercó y le entregó un papel de un blanco impoluto. Nil agacho la cabeza en señal de aceptación y se lo guardo en el bolsillo.

 Prontamente, al volver a la habitación Nil saco el papel, ahora arrugado. En él ponía un número de teléfono, no se extrañó pues muchas chicas se intentaban acercar a él, pero aquella chica le había parecido diferente.