domingo, 22 de diciembre de 2013

{ECDP} Capítulo 21: Donde se esconde la verdad


Melody se estiró en la cama e intentó conciliar el sueño durante unas cuantas horas, ya que por la noche no había podido dormir. Aun así siguió dando vueltas en la cama. Nicolás llegó unos minutos después y se tumbó a su lado, tendría otros días para empezar a entrenar a los soldados novatos y Melody le necesitaba. La tumbó sobre su pecho y acarició su pelo con mucho cariño. Melody no tardó en dormirse. 

No logró mantenerse dormida mucho tiempo ya que las pesadillas la perseguían allá a donde iba. Se levantó y dejó a Nicolás, que sí se había dormido, solo en la tienda. No se dio cuenta de que iba sin yelmo y sin armadura, tan solo con un sencillo vestido que le llegaba a la altura de las rodillas y era blanco, casi transparente. 

Se acercó a una pradera y se sentó junto a las flores. A partir de ese momento empezó a verlo todo borroso y confuso. Un hombre que pasaba por allí se acercó al agua y se quedó mirándola. Ella se acercó por detrás y se paró muy cerca de él. 

-¿Estás bien jovencita? –pregunto el señor girándose. 

Melody no respondió y sin pensar abrió la boca, de donde le salían unos afilados dientes, y se abalanzó encima de él.


Nadine se sentó en el frío suelo de la celda. Había pasado mucho tiempo desde que se despertó la primera vez y, por suerte, todavía no había visto a Edric. En cambio, cada día, un lobo les traía comida. No se fiaba de él pero tampoco parecía malvado. Érica estaba despierta, pero no le había vuelto a dirigir la palabra. Además, allí, en la celda, hacía mucho frío y tenía los dedos de los pies y las manos azules. 

-¿Saldremos de aquí? –preguntó Nadine con la voz ronca de no haberla usado en varios días. 

-No. Tienes suerte de que este demasiado ocupado y no haya podido venir a verte, siempre les hace unas visitas a las nuevas prisioneras y no son nada agradables. 

-¿No has intentado escapar? –Érica se rio como el primer día cuando la asustó sin motivo. 

-No se puede escapar de aquí. 

En ese momento entró el lobo, como cada día nos dejó la comida y como cada día abrió la celda para hacerlo. Aunque hoy se acercó a Érica y transformándose en un monstruo la cogió en brazos. Yo empecé a gritar, pero ella no lo hacía. Cuando salieron de allí yo todavía estaba agitada y tenía la sensación de que había algo que no sabía.


Aura se fue a buscar a Nerón, hacía tiempo que se lo habían pedido pero hasta ahora no había encontrado un hueco libre para hacerlo. Lo vio en el claro donde, extrañamente, siempre que lo buscabas estaba. Aura al acercarse a él se inclinó en señal de respeto. 

-Ese gesto no deberías hacerlo tú, princesa –dijo Nerón haciendo que se levantara. 

-No me gusta que mi grado condicione quien soy. 

-Y no lo hace –contestó él, Aura sonrió-. Byron y Dan llevan semanas sin aparecer. Están en casa de Kiara, aunque uno de ellos esta malherido. 

-Disculpe mi ignorancia pero ¿Quién es Kiara? –preguntó ella con discreción, esta vez fue Nerón el que sonrió. 
-Vive en el bosque, sé que la encontrarás – dijo Nerón sin contestar a su pregunta. Ella se giró para continuar con su caminó-. Princesa, recuerda que muchas cosas se esconden detrás de otras, y la verdad es una de ellas. Esta se esconde tras las mentiras. Le gusta jugar a ver cuánto tarda una persona en descubrirla.

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