jueves, 5 de julio de 2012

Cap 21: Mi suerte no había cambiado


Este es bastante largo como recompensa por haberos hecho esperar! Ademas sale bastante información y trozos en los que Jack y Leo son un poco ¿Fríos? Bueno espero que os guste!












Promesas, fantasías, las cosas que te hace decir el corazón.

-Jessie y Joy-

***

(Jack)

Me despierto cuando un líquido de mal gusto recorre mi garganta. Me asusto un momento pensando que es veneno pero al abrir los ojos veo su rostro. Sus manos tocándome la frente. Le sonrío como un tonto. Por fin la he encontrado, pienso mientras me duermo entre sus brazos.

Cuando me vuelvo a despertar ella ya no esta. Veo con más claridad. Sigo en la cueva pero no hay nadie. De repente se oyen pasos, voces. Entra una chica con la piel morena, muy morena. Tiene los ojos azules. A su lado va alguien que parece ser su hermano. Su hermano es más moreno y, ella, a su lado, parece la nieve. Están sucios y tienen bastantes cicatrices y heridas recientes. Me suenan mucho pero no sé de que.

-¿Y Alex? –les digo-.

Se miran entre ellos. La chica asiente y él se va por donde ha venido. La chica se acerca a mí. Cierro los ojos y espero. Cuando los vuelvo a abrir ella esta sentada delante mio con la piernas cruzadas. De repente, se levanta. Lo hace tan grácilmente que me quedo boquiabierto mirando su caminar. Cuando camina levanta los talones levemente. Me recuerda a una mariposa ágil, frágil y preciosa. No como Alex ella es más un tigre. Solitaria y fría.

-¿C-co-como t-te lla-llamas? –me dice-.

-Jack -susurro-.

-Bonito tu nombre –dice, pronunciando mejor-.

-Gracias.

Le sonrío mientras inspecciono otra vez el terreno. Rocas, la cueva y la cascada. No hay ni rastro de Alex.
-Ashley me llamo yo -me explica-. Me mandaron aquí los tuyos.

“Leo entra con un sonoro golpe entra en la casa. Solo tiene siete años pero ya lo han hecho una maquina de matar. Yo tengo cinco. Solo me traen para observar como lo hacen. Corro detrás de Leo. Abre la puerta del cuarto de los padres. Están los dos durmiendo y se despiertan de golpe. El hombre le sonríe ha Leo mientras le dice:

-Deja el arma cariño, te vas a hacer daño.

Leo sin ningún remordimiento coge la pistola le apunta en la cabeza y le dispara. Yo me tapo los ojos rápidamente y los cierro tan fuerte que incluso me duelen.

-Leo –le digo- No hace falta que la mates. No puede hacer nada. Déjala. Solo buscamos a los niños.

Me mira con cara de odio y al segundo se relaja.

-Jack que inocente eres. No podemos dejar cabos sueltos sino nos buscaran. ¿Sabes que vamos a hacer? Que se suicide ella solita ¿vale?

Yo asiento con la cabeza teniendo miedo de un niño de siete años. Ella se tapa con la manta, pero en ningún momento grita. Le cae una lágrima por la mejilla. Tiene unos ojos azules preciosos igual que los del hombre. Ella es morena de piel y él era más blanquito. Leo le dice que se tire por la ventana y ella no duda ni un momento en hacerlo.

-Jack, ahora tenemos que buscar a los niños.

Vuelvo a asentir y salgo por la puerta. Por un espejo veo como Leo entra en el lavabo y se seca las lágrimas. A él tampoco le gusta esto. Aunque los dos sabemos bien lo que pasara si no obedecemos. Sigo mirando las habitaciones. Al entrar en la última veo dos niños. El niño protege a la niña. Miro el pasillo y como no veo a nadie les digo que huyan. Que salgan de aquí. Abandonan la habitación corriendo y antes de salir por la puerta la niña me dice:

-¿Como te llamas?

-Jack

-Yo me llamo Ashley.”

-Te equivocas de persona no soy yo.

-En ningún momento he dicho tu.

La miro observando lo que va a hacer a continuación. Aquí ya no estoy a salvo.

“Jack”

-¿Que has dicho?- digo mirando a Ashley-.

-Nada- dice mientras me mira-.

Sigo mirándola por si acaso. Lo más extraño es que me ha parecido que era la voz de Alex.

“Jack”

Ashley no ha sido. Estoy seguro pero Alex no esta aquí.

-Ashley ¿Has oído eso?

Niega con la cabeza. Me estoy volviendo loco. Alex resuena en mi cabeza. Y no se como lo hace.

“Jack tienes que confiar en ella. Jon me esta ayudando a salir de esta. Te prometo que saldré de esta. Espérame allí.”

-Yo siempre te esperaré –digo en voz alta mientras Ashley me mira raro-. Oh! Ahora me he acordado de una canción. ¿Quieres escucharla?

-¿Canción?

-Si, mira.

Saco el móvil donde siempre llevo todas las canciones. Pongo los cascos. Le doy uno a Ashley y le enseño a colocárselo. Pongo la canción. Se llama Yo te esperaré.

Por él tono de voz en el que Alex me ha dicho aquello he tenido que darme cuenta de que estaba peor de lo que quería hacerme ver. Que solo me estaba protegiendo, pero soy demasiado tonto y solo he pensado en cuando volveríamos a vernos. Soy demasiado egoísta y no he pensado en que, igual, yo soy el problema.

***

(Alex)

Veía en negro. Y bajo esa capa de negro unos ojos azules que intentaban curarme. Él me lo iba explicando todo. Empezó a decir quien era:

-Soy Jon seguro que te acuerdas de mi. Soy el que salía en la foto que encontraste. Es verdad que salía un poco más guapo pero… Bueno estoy aquí para curarte. Te preguntaras porque yo hablo así de bien y mi hermana tan mal. Pues bien. Es que hace tiempo que esta enfadada conmigo. Hemos empezado ha hablar hoy cuando hemos encontrado al chico malo. ¿No sabes quien es? Si, ese que tiene los ojos raros y le cambian de color. Ese del que estas enamorada…

Él siguió hablando pero yo solo me quede con “el chico malo al que los ojos le cambian de color”. También lo había visto. Entonces mi cerebro empezó a crear mil y una maquinaciones extrañas. Primero pensé en si era un vampiro pero lo descarte ya que no era tan blanco como para ser vampiro. Después en hombre lobo, pero él no parecía un hombre lobo de esos que aúllan a la luna. También pensé en un ángel o un demonio pero no me gusto porque estaban muy de moda y él era un poco de los dos. Pensé en un dios o un semidiós, pero también lo descarté. Al final, tanto pensar y solo sé me ocurrió comprobar si estábamos unidos.

En aquel momento, a pesar de lo mal que me sentía, empecé a hablarle:

“Jack –pensé- tienes que confiar en ella. Jon me esta ayudando a salir de esta. Te prometo que saldré de esta. Espérame allí”.

Al instante escuche como él me contestaba:

“Yo siempre te esperaré”.

Sonreí por dentro. Y noté como mi alma se hacia añicos y una parte de mí se iba flotando. No estaba muerta, estaba segurísima. ¿Entonces? ¿Qué había sido eso? No lo sé pero sentí como un gigantesco peso se me quitaba de encima.

-¿Alex? Ya estas. Ha sido un milagro. Estas curada.

Me levante de donde estaba y vi como una carita de niño y unos ojos gigantescos y azules como el cielo me miraban escrupulosamente. Me asuste un momento pero vi que se trataba de Jon. Estaba agotada pero tenía que darle las gracias.

-Te pareces a Alice –dijo antes de que dijera nada-.

Le sonreí incluso sin saber quien era esa tal Alice. Sabia que era buena persona e importante para él. A los pocos segundos, caí en los brazos del dulce Morfeo. Ahora me doy cuenta que, a partir de ese día, deje de tener esas horribles pesadillas donde yo siempre acababa muerta. Pero mi suerte no había cambiado.

6 comentarios:

  1. Qué tonta jaja Pues claro! Los ojos eran de los chicos de las fotos. Anda que menuda memoria que tengo :S Ya se empieza a ver con más claridad las cosas. Por lo menos empezaremos a entender muchas de ellas.

    ResponderEliminar
  2. Me encantaa! Alex y Jack están enamorados!!! Que monoos!! No tardes tanto en escribir el siguientee!
    Por cierto el cambio ue le has echo a tu blog es geniaaaal!
    Besos!

    ResponderEliminar
  3. Que lindos Alex y Juack! Me encanta la historia sqwhjbefchfrv *-*
    Un beso!

    ResponderEliminar
  4. Muchas gracias! Pero la historia de Alex y Jack no sera exactamente muy feliz... pero habra momentos que si ehh!!
    Besos ^^

    ResponderEliminar
  5. Hola cielo! Venía a decirte que subí un nuevo capítulo de Reflejo:
    http://amormasalladelaunicidad.blogspot.com.es
    Un beso!

    ResponderEliminar
  6. Ya lo he visto es precioso como todos tus capítulos!
    Besos, Rea ^^

    ResponderEliminar

Decir lo que sentimos, sentir lo que decimos, concordar las palabras con la mente.