Cap 15: Miéntele

Me cambio de ropa ya que no puedo salir a la calle toda sudada. Me pongo unos leggings negros con una camiseta larga que me llega por encima de las rodillas. Me dejo el pelo suelto y le doy un poco de volumen. Cuando decido que estoy bastante aceptable para salir me despido de mi madre, cojo las llaves, un poco de dinero y el móvil junto con los auriculares.

Esta vez canto Blackstar de Carlos Jean, cuando, de repente, aparece una persona detrás mio que me coge por la cintura y me dice “¡¡Buuuh!!”. Yo pego un salto tan grande que me sorprende no estar en las nubes. Me giro encolerizada y le doy una bofetada al que parece ser un chico. Se tapa la cara y empieza a reír.

-¿Has hecho boxeo o algo parecido, Alex? –Dice una voz familiar-.

-No. He hecho karate. Si no te importa la próxima vez podrías traer a un muerto de verdad y ponerlo delante mio. Seguro que me asustaría menos –le digo muy seria-.

Pau levanta la cara y veo que  le he dejado la mano marcada. Se notan mis dedos rojos sobre su piel blanca. Estoy a punto de echarme a reír pero me acuerdo de que no sé si le besé.

-Veras –empiezo yo, un poco indecisa- el otro día tuve un sueño muy raro. Salías tu y me besabas y…

-No era un sueño –me interrumpe él-.

No sé decir que expresión tiene. Es indescifrable. Yo no sé que decir. No me lo esperaba. ¿Entonces? ¿También besé a Jack? No, no puede ser.

-Quiero que sepas que fue un error. Siento decírtelo así pero no quería hacerlo. No quería besarte ni a ti ni a Jack. Espero que no te enfades.

-¿También besaste a Jack?

-No lo sé. Igual era un sueño pero si nos besamos seguramente con él también.

Pau asiente con la cabeza. Tenía muchas cosas que decirle y, a la vez, nada que contarle. Ahora tendría que hablar con Jack. Esperaba que todo se aclarara y que me dijera “Sólo ha sido un sueño” con su voz de malote. Lo deseaba tanto…

-Alex, me tengo que ir. He quedado ahora en un sitio. Ya nos veremos.

Muevo la cabeza como respuesta y él se va.

Ahora tengo que ir al Bar a comprar el batido. Desde hoy siempre lo llamare “el batido”, porque me gusto tanto el día que Jack me hizo probarlo que ahora siempre pido uno.

El día antes de que Pau llegara empecé una nueva vida. He dejado de fumar. He dejado de llorar. He dejado todo lo malo atrás porque lo que cuenta no es hundirse lo que cuenta es que, después de hundirte sepas levantarte, aunque te cueste. Solo falta una cosa. Las pesadillas, esas pesadillas que aunque yo ahora sepa que todo esta bien ya nunca se irán. El miedo ya está instalado en mi cuerpo y no se puede borrar, pero eso ya da igual. Solo me importará por la noche, cuando este dando vueltas por casa, sin saber que hacer ni adonde ir.

Llego al Bar y veo que están sentados Selene y Jack, juntos. Pau, que no lo había notado, se ha pedido algo que no había visto en mi vida y se ha sentado frente a ellos. Charlan animadamente y yo quiero saber que tiene que ver Pau con Selene y con Jack, pero sobretodo con la necia de Selene. Cojo valor del fondo de mi alma, me pongo la capucha y me siento al otro lado del cristal, aunque es tan fino que se oye todo desde el otro lado.

-…encariñes Jack sabes que luego no habrá vuelta atrás. Eres un gran amigo y no quiero perderte. ¿Sabes que pasará si te enamoras? –Reconozco la voz de Pau-.

Jack no responde lo que tomo como un si, sabe que pasará si se enamora.

-Él ya esta conmigo, yo haré que se olvide de ella, ¿verdad Jack? –Dice Selene con voz traviesa-.

-Igualmente no quiero hacerle daño, le he cogido cariño somos amigos ¿sabes?-dice Jack-.

-Lo sé –le contesta Pau-. ¿Sabes que me ha dicho? Me ha dicho que tuvo un sueño en el que salías tú y le dabas un beso.

-No fue un sueño –dice Jack muy decidido-.

-Pues dile que fue un sueño. Ella quiere que lo sea y a ti no te interesa que ella se enamore de ti. Miéntele –dice Pau-.

-Si me prometes que le dejaras más tiempo –le contesta Jack-.

-Claro, le dejare el tiempo que me dejen a mí – le promete Pau-. Bueno tengo que irme. Me parece que ella iba a hablar contigo y no me interesa que nos vea juntos. Nos vemos.

Se levanta Pau y segundos después también se levanta Selene. Es mi turno. Me toca a mí. Entro cojo “el batido” de chocolate con nata y me siento frente a él.

-Tenías razón. Nunca dejaras que nadie me haga daño –le digo sonriendo-.

Carlos Jean - Blackstar